jueves, 27 de marzo de 2008

COMUNICADO CAMPAÑA PRO LIBERACION DE PRESOS SAHARAUIS

La situación en la que se encuentran la población civil saharaui residente en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental invadido por Marruecos, continúa siendo alarmante, debido a la permanente represión y violencia empleada contra la misma por las fuerzas de ocupación marroquíes. En la actualidad se han incrementado las dotaciones policiales marroquíes en las ciudades del Sáhara Occidental ocupado, se recrudece el empleo de la violencia contra los jóvenes que de forma pacífica solicitan el cumplimiento de la legalidad internacional y la celebración del Referéndum de Autodeterminación. Los presos políticos saharauis en cárceles marroquíes continúan con la resistencia pacífica ante las fuerzas invasoras, ejercitando el derecho universal a la huelga de hambre en reivindicación del reconocimiento de su condición de presos políticos y exigiendo el cumplimiento de los derechos que le asisten. En la actualidad, son más de 60 los presos saharauis que se han unido a la huelga de hambre, apreciándose en los mismos graves deterioros en su estado de salud, experimentado síntomas que dejarán en ellos secuelas irrecuperables. Así, es de destacar el grave estado de salud en el que se encuentra BRAHIM SABBAR que sufre alarmantes problemas de tensión (más de 20º), graves afecciones de hígado, reiteradas pérdidas de conciencia y desvanecimientos. Igualmente, los demás presos políticos presentan graves síntomas de deterioro de su salud, como son la falta de movilidad de las extremidades, la progresiva paralización de órganos vitales, enfermedades digestivas, hemorroides …. Y, ninguno de los presos políticos saharauis que ejercitan esta forma pacífica de protesta y reivindicación ha sido sometido a un seguimiento médico de su estado de salud, incumpliendo así Marruecos una vez más la legalidad internacional. Del mismo modo, persisten las detenciones y torturas de jóvenes saharauis que proclaman en las calles del Sáhara Ocupado la Autodeterminación de su pueblo, y el Derecho a la Paz.
Las detenciones han derivado en una incesante cadena de juicios, que se celebran por un Tribunal de Ocupación contra una población civil sobre la que no tiene potestad ni jurisdicción alguna, estando pendientes en estos momentos varios juicios, como son: a) El día 24/03/2008 se suspendió el juicio contra los presos políticos saharauis, SAID MOHAMEND LAMIN HAINANI y MOHAMED MOJTAR ALOUAT, señalándose nuevamente para el día 07/04/2008, en la ciudad de El Aaiún; b) El día 25/03/2008 Juicio contra los presos políticos ABDALAHE BOUSATI y NAFII SAH (El Aaiún); c) El día 27/03/2008, se celebra en la ciudad marroquí de Rabat el juicio de apelación contra el estudiante saharaui activista de derechos humano SAID BEILAL, que fue condenado en primera instancia a 8 meses de prisión; d) El día 01/04/2008 juicio contra los presos políticos saharauis BOURKOUH AHMED, BOURKOUH MOULUD y JALIHENA DLIMI, en la ciudad ocupada de El Aaiún; e) y el día 02/04/2008, está señalado juicio en el Tribunal Penal marroquí en El Aaiún contra el “grupo de los cinco” DAH HASSANA, BACHIRI MOHAMED, LUMANDI ABDESLAM, JNEIBILA OMAR y JADDA BACHIR El día 04 de marzo de 2008 el Tribunal Penal de Apelación marroquí en El Aaiún ocupado procedió, a reducir la condena a dos años y a liberar de inmediato a ROUCHDI HASSAN Y ABDERRAHIM MESTIOUI (BAHJA), policías marroquíes integrantes de los Grupos Urbanos de Seguridad (G.U.S) que fueron considerados culpables y condenados en primera instancia a diez años de prisión por el asesinato del saharaui defensor de Derechos Humanos HAMDI LEMBARKI. La lucha pacífica de los defensores de derechos humanos saharauis no lo es sólo contra la violencia directa que recibe cada uno de ellos sobre sus personas por parte de las fuerzas de ocupación, sino contra la injusta e ilegal situación que vive el Pueblo Saharaui por la invasión de su territorio, y en exigencia del respeto a la Paz para a su pueblo y su país. LLAMADA A LA ACCIÓN Llamamos a la comunidad internacional, a personas individuales, a gobiernos, a organizaciones, para expresar su denuncia e indignación hacia la ocupación del Sáhara Occidental. Llamamos a participar en las diversas acciones que proponemos en solidaridad con la huelga de hambre de los presos políticos saharauis, y a exigir su inmediata liberación. Propuesta de acciones a realizar 1. Campaña Internacional de Cartas de Apoyo, firmando y remitiendo las cartas al gobierno de Marruecos. 2. Huelga de Hambre Solidaria de 24 horas, con los presos saharauis. 3. Manifestaciones y Protestas pacíficas ante las embajadas y consulados de Marruecos. 4. Comunicados exigiendo la liberación de los presos políticos saharauis por parte de Asociaciones, Instituciones, grupos parlamentarios, ... 5. Remisión de fax a Instituciones marroquíes. COMITÉ DE COORDINACIÓN DE CAMPAÑA “PRO LIBERACION DE PRESOS POLITICOS SAHARAUIS” Marzo 2008

martes, 25 de marzo de 2008

YARBA MAHFUD, MIEMBRO DE AISAC EXPULSADO DEL AEROPUERTO DEL AIUN

Testimonio del saharaui Yarba Mahfur. “Me han echado del aeropuerto del Aaiun, negándome visitar a mi familia” Historia del saharaui residente en España Yarba Mahfud Mohamed en el aeropuerto de la ciudad saharaui ocupada de El Aaiun: “Me han echado del aeropuerto del Aaiun, negándome visitar a mi familia” Nombre: Yarba Mahfoud Mohamed. Paralítico en silla de ruedas, consecuencia de una herida en la guerra. Esta es su narración: “Tras adquirir un documento de viaje hecho en España de forma legal, decidí viajar a la capital del Sahara Occidental, El Aaiun, aprovechando las vacaciones de Semana Santa para visitar mis seres queridos, a los que por culpa de la ocupación injusta que vive mi país, no veo desde hace muchos años. Como cualquier ciudadano tomé rumbo al aeropuerto hacia mi sueño tantas veces esperado. Todo empiezo después de salir de Barcelona con destino hacia Casablanca el día 18 de marzo de 2008 a las 23:55h, cuidando tener todos los papeles en regla para que no hubiera cabida a imprevistos. Una vez llegado al aeropuerto de El Aaiun, fui detenido de forma injusta, ya que no accedí a afirmar la fórmula que me presentaron las autoridades marroquíes para poder acceder al territorio “soy un saharaui que vengo de regreso para pedir el perdón de nuestro rey”. Solo me ofrecieron la alternativa de volver a España, viendo el panorama que se me presentaba, con policías vestidos de paisano y el maltrato que estaba sufriendo. Lo que más me dolió fue ver a mis seres queridos esperando tras de unos sucios cristales, sin poder hacer nada, esperaba al menos poder abrazarles. Entonces dirigí a uno de los agentes diciéndole “esto no es un trato para un ser humano, sólo conlleva a más odio”. El policía me respondió “si no quieres estar aquí definitivamente, sólo te queda una opción y es volver por donde has venido”. Todo esto ocurría mientras detrás de los cristales mis familiares hacían todo lo posible por acercarse a mí. Todo se llenó de gritos y lagrimas de impotencia, lo que me llenó de tristeza y rabia. Entre toda esa confusión algunos de mis familiares atravesaron la barrera pero les retiraron empujándoles de forma inhumana y a mí me empujaron hacia una esquina. Minutos después llegó un avión procedente de Villa Cisneros y como un objeto me subieron al mismo, con destino a Casablanca. Llegado al destino me interrogaron de nuevo y siempre tratando de convencerme de ser “un saharaui que regresa a casa” como ellos querían que afirmara. Eso sería lo último que yo haría. Me hicieron muchas preguntas por ejemplo si había recibido formación militar y dónde. Les respondí la verdad, que toda mi formación la hice en la escuela militar “Mártir Luali Mustafa Sayed”. Entonces me quitaron mi silla de ruedas y me dejaron tirado en una silla. Lo que refleja su trato inhumano hacia una persona paralítica de la forma mas salvaje que uno puede imaginar. En Marruecos todo es posible y más si se trata de derechos humanos. Así lleno de tristeza y rabia llegué a mi casa en Barcelona la mañana del 19 de marzo, sabiendo que estuve a punto de cumplir el sueño de poder volver a ver a mis seres queridos y los he pude ver durante escasos cuatro minutos me saludaron de dos en dos, como se ve en las fotografías, las autoridades marroquíes de ocupación, me dejaron con la miel en los labios."

martes, 18 de marzo de 2008

Asamblea ordinaria de la AISAC

El pasado 2 de marzo tuvo lugar en Badia del Vallès la Asamblea ordinaria de l'Associació d'immigrants saharauis a Catalunya.
La Asamblea sirvió también para conmemorar el 32 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática.
En la asamblea se aprovó el reglamento interno de la asociación y el plan de trabajo para el año 2008.
La Asamblea sirvió para constatar el buen momento en que se encuentra la asociación y las futuras expectativas de trabajo.

jueves, 6 de marzo de 2008

RASD: UNA REALIDAD IRREVERSIBLE

El día 27 de febrero se celebra el 32ª aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). O que es lo mismo, 32 años de lucha incesante contra la ocupación, las violaciones de la dignidad humana y la criminalidad llevadas acabo por el régimen marroquí. La efeméride llega en un momento, en que la RASD está más fuerte que nunca; y la causa saharaui suena, cada vez más, con mayor énfasis en los debates, encuentros y forum de carácter internacional, háblese de África, América, Asia o Europa. Los argumentos sólidos, cohesionados y justos de nuestra causa, atraen, año tras año, un buen número de partidarios en el seno de la Comunidad Internacional; y un apoyo solidario de innumerables organizaciones no gubernamentales, sindicatos, intelectuales… en definitiva, de una opinión pública, consciente de la injusticia que se ha cometido contra el Pueblo Saharaui. En todo este período, el ciudadano saharaui (entiéndase saharaui en ambos géneros) no ha renunciado, jamás, pese a la adversidad y el éxodo, a su legítima lucha por la libertad, la paz y un regreso triunfal a su tierra: el Sahara Occidental. Hablo de la RASD como un todo; no obstante, cada letra de esta sigla, ha sido escrita y redactada por el coraje, el sufrimiento y la valentía de cada uno de los saharauis, son por tanto la cabeza, el corazón y los pies de este Estado. Como joven, pido a la juventud saharaui, esté donde esté, que no huía de su Causa, que acepte, sin imposición ni tampoco imploración, a llevar, orgullosa y ufanamente, este deber que nos han dejado los grandes hombres y mujeres saharauis, que un día encendieron la llama de la libertad y la paz, y cuyos sueño, ilusión y esperanza, son que halla otra generación que pueda continuar la leyenda, para alcanzar, definitivamente, la Independencia total del Sahara Occidental. Y creedme, esa generación somos nosotros. Además, quisiera hacer un llamamiento a la comunidad saharaui en general, exhortándole a que no olviden a nuestros hermanos que están en los Territorios Ocupados, que sufren, diariamente, violaciones sistemáticas perpetradas por un régimen cobarde y antidemocrático. Vamos a impedirle a Marruecos, a que continúe el genocidio silencioso contra la población saharaui. Ellos nos necesitan; y nosotros debemos ayudarles. Y la mejor forma es denunciando a Marruecos ante la opinión pública española (Las Elecciones Presidenciales están muy próximas). Hay que dar charlas en las escuelas, colegios, universidades…en definitiva, despojar a Marruecos de su falsa máscara, y de su política de hechos consumados. Y demostrarle al Mundo, que la RASD es una realidad irreversible. Por último felicito a mi querido y bendito Pueblo: el Pueblo Saharaui, por ser, antonomásticamente, enemigo férreo de la traición, la cobardía y la felonía. A mis compatriotas en los Territorios Ocupados, por luchar y creer en la Independencia total. Y a todos los saharauis a nivel individual, estén donde estén. Felicidades: RASD. Felicidades: el Pueblo Saharaui. JÓVENES POR UNA CAUSA, SAHARA LIBRE

miércoles, 5 de marzo de 2008

Sahara Occidental: Deslealtad, dejación o ...... responsabilidad.

El contencioso del Sahara Occidental ocupa un lugar central en nuestra política hacia el Magreb y en la sensibilidad de muchos españoles. Es indudable que un interés primordial de España es fomentar en la región la paz y la estabilidad y apertura políticas, un desarrollo económico vigoroso y unas relaciones sólidas de buena vecindad. La política de Zapatero aleja la consecución de estos objetivo

I- La insoportable soledad del Gobierno: la política española desde 2004

El conflicto del Sahara Occidental ha presentado a los sucesivos Gobiernos socialistas un dilema político y ético en el que las alternativas son básicamente dos: apoyar la legalidad internacional y trabajar para que el Consejo de Seguridad la haga efectiva; o ignorar esa legalidad y dilatar la solución de la controversia para desgastar la capacidad de resistencia y la identidad del pueblo saharaui. Desde que Felipe González dijo en Tinduf en noviembre de 1976 aquello de que “nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final” hasta hoy ha llovido mucho1. Hubo hasta un referéndum simbólico en Andalucía, con mesa en la sede del Parlamento andaluz incluida, que precipitó en 2001 la retirada del Embajador de Marruecos.

Hoy la política del PSOE es distinta. Hace pocas fechas, el 8 de abril, el Frente Polisario criticaba la propuesta de autonomía para la región del Sahara Occidental planteada por Marruecos y lamentaba la adhesión “peligrosa” del PSOE a dicho plan, al que considera “un proyecto contra la libertad de expresión y la legalidad internacional” que podría “desembocar en inestabilidad” y, posteriormente, “en una guerra”. El Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero ha optado por combinar una retórica calculadamente ambigua de cara a sus bases, que prefieren mantener la postura española tradicional de respaldo a la legalidad internacional, con una política de claro apoyo a las tesis marroquíes2. Una actitud que ignora y olvida el llamado “Plan Baker II” aprobado por unanimidad (es decir, incluido el voto de Francia) por el Consejo de Seguridad en su resolución 1495 (2003) bajo la Presidencia española del Consejo de Seguridad, y la postura tradicional del socialismo español que tradicionalmente consideraba la celebración de un referéndum como única solución posible al conflicto.

En el proceso, Rodríguez Zapatero ha ignorado que el derecho de autodeterminación otorgado al pueblo saharaui por la legislación internacional tiene naturaleza de ius cogens, y que tanto España como Marruecos están obligados a respetarlo. Este golpe de timón ha exigido cierta flexibilidad retórica. Así pues, a nadie debe sorprender que los portavoces del Gobierno insistan en que éste respeta la exigencias de la ONU mientras repiten machaconamente la necesidad de que “no haya posturas absolutamente irrenunciables”, en clara referencia a la exigencia saharaui de ejercer su derecho a celebrar con plenas garantías un referéndum de autodeterminación.

Ya en mayo de 2004, Pasqual Maragall admitió públicamente que “la postura del Presidente del Gobierno para resolver la cuestión del Sahara, no pasa por la ONU”4. En la misma línea, el ministro Moratinos dejó caer, en octubre de 2004, que si bien el marco de Naciones Unidas es la referencia legal, sería deseable crear una “nueva dinámica” (sic), en la que “no deberíamos mirar hacia el pasado sino hacia el futuro”, con el fin de alcanzar un “acuerdo en el marco bilateral y regional”5. Elena Valenciano, actual Secretaria de Relaciones Internacionales es algo más directa: “El único acuerdo posible es aquél que integre y respete los derechos e intereses de todas las partes”6. Sobra decir que en ese esquema los derechosdel pueblo saharaui vienen a tener el mismo peso que los intereses geopolíticos de Rabat.

Fuera del Gobierno, otros miembros de la cúpula socialista parecen estar siguiendo la estrategia marcada por Moncloa. En mayo de 2005 Josep Borrell, a la sazón Presidente del Parlamento Europeo, escandalizó a los europarlamentarios con un fracasado intento de bloquear una declaración parlamentaria reclamando a Marruecos la liberación de presos políticos saharauis, así como la apertura del territorio a periodistas, representantes de organizaciones no gubernamentales y observadores internacionales.

Esta nueva política hacia el conflicto del Sahara Occidental se ha traducido en un gravísimo dilema de política interna: la cúpula de dirigentes socialistas se ha encontrado totalmente aislada del resto de actores políticos españoles. Por un lado, en el Congreso de los Diputados la oposición del Partido Popular ha mantenido su política previa de apoyo a las resoluciones de las Naciones Unidas, respeto por el consenso de estado existente hasta 2004 y acatamiento de la legalidad internacional. Una postura que ha sido reiteradamente compartida por el resto de partidos tanto en Madrid como en Bruselas. En clave nacional, el aislamiento del Gobierno se hizo especialmente patente en marzo de 2007, cuando a iniciativa de Izquierda Unida, el Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una proposición no de ley instando al Gobierno a “respetar la legalidad internacional” 7. Otra propuesta similar del Partido Popular en mayo de 2005 también fue aprobada por todos los grupos parlamentarios. A esto se añaden las repetidas críticas de la Unión Europea y de organizaciones internacionales de Derechos Humanos por el comportamiento marroquí en el territorio del Sahara Occidental.

Más alarmante desde el punto de vista de la Moncloa es la irritación entre las bases del Partido Socialista y entre sus aliados electorales, quienes tampoco han entendido que se abandone la legalidad vigente y la causa, considerablemente popular, del pueblo saharaui. Así, los aliados del Gobierno (Bloque Nacionalista Galego, Esquerra Republicana de Catalunya e Izquierda Unida) se han opuesto frontalmente al entusiasmo pro-marroquí del Gobierno. Izquierda Unida, por ejemplo, ha emitido no menos de 26 comunicados sobre la materia en el último año y medio calificando la “inaceptable sumisión del Gobierno español a Marruecos” como “escandalosa” y exigiendo una rectificación de la “política inadecuada sobre el Sahara” porque “refuerza a Marruecos”8.

En cuanto a las propias bases socialistas, un documento de la X Conferencia de Intergrupos Parlamentarios y publicado en Enclave Socialista en marzo de 2006 “insta al Gobierno a que, asumiendo las responsabilidades históricas que corresponden al Estado Español en el conflicto, impulse... cuantas acciones políticas y diplomáticas permitan de forma rápida al pueblo saharaui ejercer el derecho a la libre autodeterminación, vía referéndum”9. En un tono más moderado, la diputada socialista Cristina Pereda recordaba poco después que “los socialistas sí nos reconocemos con una responsabilidad que nos obliga a no mirar para otro lado” y que “nosotros seguiremos apostando por una solución en la que el pueblo saharaui tenga la última palabra”10. Este punto de vista se reproduce en los sucesivos comunicados de Izquierda Socialista así como los de agrupaciones regionales y municipales a lo largo y ancho de España, desde el ayuntamiento de Getafe, hasta la Federación de Municipios de Cantabria encabezada por la socialista María Jesús Calva.

Desde 2004, las protestas de organizaciones no gubernamentales españolas tampoco han cesado de castigar la equívoca actitud del Gobierno. Así, tras el repunte de la represión marroquí en 2005 José Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS-S), denunció que el Gobierno trataba de “camuflar” su apoyo a Marruecos11. Unos meses más tarde, Salvador Pallarès-Garí, Presidente de la Associació Catalana d’Amics del Poble Saharauí, (ACAPS), examinaba un “Documento Informativo” enviado por la dirección del PSOE a sus agrupaciones con motivo del 30 aniversario de los Acuerdos de Madrid y llegaba a la conclusión de que ese documento omitía las “resoluciones aprobadas por la ONU” y pretendía “acercar posturas entre el invasor y la víctima”12. La presión y el descontento con la política del Gobierno finalmente culminaron con la manifestación, convocada por la CEAS-S el 21 de abril de 2007 para “exigir que el Gobierno apoye claramente las resoluciones de la ONU”13.

Los efectos del creciente aislamiento del Gobierno y el aumento de la presión desde las bases de la izquierda se escenificaron muy gráficamente en el “desalojo, arresto y detención” del Vicepresidente de la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, Jesús Negrín, el pasado 14 de abril. En esta fecha, el Sr. Negrín asistió, invitado, a un mitin de precampaña durante el cual Zapatero se felicitó por la reanudación de la actividad pesquera española en lo que llamó, dos veces, “caladeros marroquíes”. En ese momento, Negrín levantó la voz para puntualizar (correctamente) que los caladeros no son marroquíes sino saharauis, y que tanto el tratado como el desliz retórico del presidente parecían apuntar a una política de “vender el Sahara”. A instancias de los guardas de seguridad, Negrín accedió a abandonar la sala pero sólo tras “escuchar la respuesta” de Zapatero. Negrín fue sacado “a rastras” de la sala, esposado, trasladado a comisaría y puesto a espera de juicio por “desobediencia y alteración del orden público”14.

El presidente no es el único que encuentra dificultades para conciliar la acción política y sus palabras. Para intentar salvar los muebles, ciertos cargos intermedios de la jerarquía socialista se han visto forzados a realizar constantes contorsiones retóricas que, aunque en flagrante contradicción con las declaraciones que emanan del Presidente del Gobierno y del Ministro de Asuntos Exteriores, pretenden tranquilizar a los militantes socialistas y a los simpatizantes con la causa saharaui que están en la órbita del PSOE. Pedro Zerolo, en su calidad de Secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE, incluso se vio obligado a encabezar la manifestación organizada por la CEAS-S, al mismo tiempo que defendía la política del Gobierno explicando que para mostrar “liderazgo” en el conflicto, España debe priorizar el “entendimiento” con Mohamed VI15.

II- Hechos y derecho: bases para una postura española

El 4 de julio de 1991 se firmó el Tratado de Amistad, Cooperación y Buena Vecindad entre España y el Reino de Marruecos. El Gobierno del PSOE inició a partir de entonces un cambio estratégico en su política exterior en el norte de África. Desde esa fecha el Gobierno socialista y un sector influyente del PSOE comienzan una revisión de la política de apoyo al Frente Polisario e inician otra nueva de apoyo sutil a las tesis que amparan la anexión marroquí del Sahara Occidental.

El 6 de septiembre de ese mismo año de 1991 se firmaba el alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos, bajo los auspicios de las Naciones Unidas y de la entonces Organización para la Unidad Africana. El alto el fuego tenía como contrapartida la celebración de un referéndum de autodeterminación organizado por las Naciones Unidas en aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad aceptadas por todas las partes.

Este referéndum no ha podido todavía llevarse a la práctica por la negativa sistemática de Marruecos. Durante el reinado de Hassan II, la oposición marroquí era presentada como técnica, invocando problemas para la determinación del censo electoral. Durante el reinado de Mohamed VI, la oposición ha sido política.

El referéndum, según esta nueva tesis, es una fórmula legal pero de imposible aplicación. Marruecos ha decretado unilateralmente su caducidad. La razón alegada es que la opción de la independencia es incompatible con la política de integración plena seguida por el nuevo Rey. El Rey Hassan II aceptaba la fórmula referéndum; su hijo y sucesor la ha rechazado si incluye la opción de la independencia del territorio.

Esta mudanza en la posición de Marruecos intenta cambiar los términos del debate. Con Hassan II se cuestionaba la identidaddel pueblo saharaui, titular de un derecho de autodeterminación no negado explícitamente por Marruecos, mediante la discusión perpetua sobre el censo electoral, para retrasar sine die el referéndum. Con el Rey Mohamed VI el conflicto de soberanía subyacente queda explicitado al declarar que el Sahara Occidental, territorio no autónomo pendiente de descolonización según las Naciones Unidas, ha pasado a formar parte integrante del Reino de Marruecos con la nomenclatura de “Provincias del Sur”.

La pretensión de Marruecos de otorgar una autonomía interna en las llamadas Provincias del Sur tiene unas consecuencias políticas gravísimas para la solución pacífica de este conflicto sobre la soberanía del Sahara Occidental. Conviene recordar que el referéndum de autodeterminación era la contrapartida al alto el fuego. Rechazado el referéndum por Marruecos, el alto el fuego queda como una realidad de factocuyo mantenimiento consolida la ocupación militar de Marruecos y del Frente Polisario de la parte del territorio que cada uno de ellos controla. Esa situación conduce inevitablemente a la perpetuación en el tiempo del conflicto de soberanía existente, dificultando el arreglo pacífico de la controversia por el Consejo de Seguridad y la estabilidad de la región.

El fondo jurídico de la cuestión es cómo se adquiere la soberanía sobre el territorio no autónomo del Sahara Occidental, cuya descolonización según las Naciones Unidas, todavía no ha sido completada.

El conflicto de soberanía en una cuestión de descolonización tiene una legalidad aplicable que ha sido definida por el Tribunal Internacional de Justicia en su amplia jurisprudencia. Fue aplicada al caso del Sahara Occidental en el dictamen de 16 de diciembre de 1975, solicitado por la Asamblea General a iniciativa de Marruecos y Mauritania en 1974.

Esta legalidad puede resumirse diciendo que la regla general es el derecho de autodeterminación del pueblo o país colonial (Resoluciones 1514 (XV); 1541 (XV) y 2625 (XXV) de la Asamblea General). Esta norma tiene algunas excepciones conocidas como Gibraltar, Malvinas e Ifni, donde sería de aplicación el principio del restablecimiento de la integridad territorial del Estado que ejerció su soberanía sobre dichos territorios durante la etapa precolonial correspondiente.

De no existir esta prueba, el derecho de autodeterminación es la vía legal para resolver cualquier conflicto de soberanía. En el caso del Sahara Occidental, el dictamen del Tribunal Internacional de Justicia es terminante. El pueblo originario del Sahara Occidental es el titular de este derecho y a él le corresponde decidir sobre la soberanía Esta es la legalidad aplicable a la solución política del conflicto. Corresponde al Consejo de Seguridad, según la Carta de las Naciones Unidas, tomar las medidas oportunas para que el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui se respete en toda su plenitud; esto es, con todas las opciones legales que incluyen la independencia, la integración o la libre asociación con Marruecos. No es otro el sentido de la última resolución del Consejo de Seguridad, la 1754 (2007), de 30 de abril, cuando exhorta a las partes a que entablen negociaciones de buena fe sin condiciones previas, teniendo presentes los acontecimientos de los últimos meses, con miras a lograr una solución política, justa y duradera y mutuamente aceptable que conduzca a la libre determinación del pueblo del Sahara Occidental.

Por ello es necesario establecer una serie de premisas legales para poder fijar la posición española, si es posible de consenso, en relación con este tema:

1. Marruecos no tiene la soberanía sobre el Sahara Occidental y su único título jurídico para justificar internacionalmente su presencia en el Territorio son los Acuerdos de Madrid de 14 de noviembre de 1975 firmados con el Gobierno de Arias Navarro.

2. La legalidad internacional aplicable a la descolonización del Sahara Occidental está contenida en las Resoluciones 1514 (XV), 1541 (XV) y 2625 (XXV) de la Asamblea General y en todas las resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad relativas al Sahara Occidental. El Tribunal Internacional de Justicia estableció la obligatoriedad de respetar el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui como modalidad de descolonización en su dictamen del 16 de Octubre de 1975.

3. El Gobierno socialista actual, sin negar oficialmente esta legalidad, ha amparado políticamente una iniciativa marroquí que parte de una premisa ilegal: que Marruecos ostenta ya la soberanía sobre el Territorio y en ejercicio de la misma propone dotarle de una autonomía cuyos términos aún no han sido publicados.

4. El proyecto marroquí sólo tendría encaje legal si representase una opción específica entre otras dentro de un referéndum de autodeterminación organizado por las Naciones Unidas para completar la descolonización legal del Sahara Occidental. En este supuesto, sería el pueblo saharaui el que tendría la última palabra sobre esta propuesta de integración legal en Marruecos. De ser aceptada con preferencia a otras opciones igualmente legales, como la independencia o la libre asociación, quedaría concluido el proceso de descolonización. Marruecos habría adquirido la soberanía sobre el Sahara Occidental como resultado de la libre aceptación del pueblo saharaui de un estatuto de autonomía propio garantizado por las Naciones Unidas que sólo podría derogarse o modificarse por el mismo procedimiento.

El conflicto del Sahara Occidental no es un laberinto sino un dilema político y ético en el que las alternativas para cualquier Gobierno democrático de España son básicamente dos. La primera consiste en apoyar la legalidad internacional y trabajar para que el Consejo de Seguridad la haga efectiva. La segunda ignora esa legalidad y dilata la solución de la controversia para desgastar la capacidad de resistencia y la identidad del titular de un derecho, el pueblo saharaui.

Resulta incomprensible observar cómo el Gobierno, debido a la ambigüedad y la confusión de los gestos diplomáticos y su política de apoyo a las tesis marroquíes ,erosiona sistemáticamente la efectividad de un derecho inalienable que tanto España como Marruecos deben respetar y aplicar en cumplimiento de la Carta y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas. La paz y la estabilidad de la región, intereses fundamentales de España, serán ilusorias mientras no se respete el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación, cumpliendo así con la legalidad internacional.

2“El Frente Polisario ‘lamenta’ la adhesión ‘peligrosa’ del PSOE al plan de autonomía marroquí para el Sahara”, Libertad Digital,8 de abril de 2007 (http://www.libertaddigital.com/php3/noticia.php3?cpn=1276302926, 21 de mayo de 2007, 17:03).

3 “Sahara: Zapatero expresó a Abdelaziz su deseo de contribuir a un acuerdo en el marco de la ONU”, 26 noviembre de 2004, (https://www.psoe.es/ambito/ongymovsoc/news/index.do?action=view&id=40817, 15 de mayo de 2007, 14:29); “Zerolo: España está intentando buscar una solución negociada y consensuada. 31 años son demasiados y urge una solución justa y duradera”, 13 de noviembre de 2006, (https://www.psoe.es/ambito/ongymovsoc/news/index.do?action=view&id=96464, 16 de mayo de 2007, 16:03); “El Sahara Occidental”, Puntos de Vista. Comisión Ejecutiva Federal, 28 de marzo de 2007 (https://www.psoe.es/ambito/internacional/docs/index.do?action=view&id=125833, 16 de mayo de 2007, 17:01).

4 “Maragall afirma que Zapatero busca una solución para el Sahara sin la ONU”, El País, 28 de mayo de 2004.

5 “Moratinos reclama consenso en la nueva resolución del Sahara”, El Mundo, 14 de octubre de 2004; “Valenciano: “El único acuerdo posible es aquel que integre y respete los derechos e intereses de todas las partes”, 15 de abril de 2007 (https://www.psoe.es/ambito/internacional/news/index.do?action=view&id=130433, 14 de mayo de 2007,16:20).

6 Entrevista a Elena Valenciano, Tiempo, 4 de mayo de 2007.

7 Gaspar Llamazares, intervención con ocasión de las Jornadas de las Universidades Públicas Madrileñas sobre el Sahara Occidental, 8 de mayo de 2007 (http://www1.izquierda-unida.es/ noticia_final.jsp?id=1752, 15 de mayo de 2007, 12:42).

¿QUÉ PUEDE HACER ESPAÑA ANTE LA PROPUESTA MARROQUÍ DE AUTONOMÍA PARA EL SÁHARA OCCIDENTAL?

[1] Este memorando se apoya en las conclusiones de varios encuentros internacionales organizados en los últimos meses, entre ellos, la Mesa Redonda Internacional sobre el Sáhara Occidental organizada por la Fundación Alternativas en octubre de 2006.

CONTEXTO

En los últimos años, varios Estados interesados en el conflicto del Sáhara occidental como España y ciertas instancias de Naciones Unidas han acabado dando por bueno el rechazo de Marruecos a los planes de paz de NNUU, que preveían la organización de un referéndum con la opción de la independencia tras un período transitorio. Esto permitió al rey Mohamed VI anunciar en 2005 la creación de un comité consultivo (CORCAS) encargado de zanjar la cuestión con una propuesta de autonomía. Entre tanto y a la espera de conocer dicha propuesta, los dos actores centrales han ido perdiendo algo del control que ejercen en sus zonas respectivas. El Frente POLISARIO ha visto cómo se erosionaba su autoridad entre los saharauis de los campamentos mientras ha estallado una intifada saharaui en los territorios controlados por Marruecos.

En 1988 y en 1990 las dos partes en el conflicto (Marruecos y el Frente POLISARIO) aceptaron el cese el fuego y el plan de arreglo propuesto por el entonces Secretario General de NNUU, Pérez de Cuéllar. Aquel plan preveía la celebración tras un período transitorio de un referéndum con dos posibles opciones, la independencia o la integración en Marruecos. Para salvar ciertos obstáculos, las partes convinieron por los acuerdos de Houston (1997) desbloquear el procedimiento de identificación electoral y un código de conducta para la celebración del referéndum. Posteriormente, el plan para la celebración del referéndum, en sus sucesivas variantes conocidas como plan Baker I y plan Baker II, fue apoyado por el Consejo de Seguridad en todas sus resoluciones hasta abril de 2004 inclusive. No así por las partes en litigio. El POLISARIO aceptó tras ciertas vacilaciones el plan Baker II, mientras Marruecos se opuso a él.

En abril de 2006, el Secretario General de NNUU, Kofi Annán, emitió un informe en que se desmarcaba de los planes de paz y abogaba por negociaciones directas (y sin condiciones previas) entre las partes, informe que fue rechazado por Argelia y por el POLISARIO. En concreto, el POLISARIO respondió a este viraje de los acontecimientos rehusando tanto la autonomía como las negociaciones, que considera un paso atrás y amenazó con retomar la lucha armada. Por su parte, el CS, en sus resoluciones de abril y octubre de 2006, se limitó a renovar lacónicamente la misión de MINURSO sin pronunciarse sobre las negociaciones directas como alternativa al plan de paz, hasta entonces considerado “solución óptima basada en el mutuo acuerdo”.

¿Dónde estamos actualmente? ¿significa la posición del Consejo de Seguridad un paso atrás? Es verdad que el principio de referéndum con la opción de la independencia había sido aceptado por el difunto Hassán II en repetidas ocasiones y que su sucesor Mohamed VI se niega a asumir.Visto desde este ángulo, la retirada de este principio de las resoluciones del Consejo de Seguridad marca una involución. Sin embargo, el Consejo no parece dispuesto a respaldar el plan de autonomía de Marruecos a expensas del ejercicio de libre determinación. En primer lugar, porque sus Estados miembros no reconocen la soberanía marroquí sobre el Sáhara occidental y en segundo lugar, porque iría contra una norma internacional de “ius cogens” consagrada por la práctica de Naciones Unidas, la libre determinación.

¿Tiene que elegir el Consejo entre autonomía y libre determinación? ¿son incompatibles la autonomía y la autodeterminación? A pesar de que las partes se obstinen en contraponerlas, lo cierto es que no son incompatibles, como han recordado algunos expertos y nos ilustran varios casos de descolonización. Incluso los planes Baker contemplan una fase de autonomía previa a un referéndum de autodeterminación.Territorios como Groenlandia y Puerto Rico, antes incluidos en la lista de territorios por descolonizar, ejercieron su derecho de libre determinación optando en el primer caso por un home rule amplio y en el segundo, por una relación de estado libre asociado. Por tanto, la autonomía no es en principio incompatible con el derecho a la libre determinación siempre y cuando vaya acompañada de una consulta democrática a la población concernida. En efecto, el ejercicio de la libre determinación en cualquiera de sus vías (independencia, integración y libre-asociación) requiere instituciones democráticas y una consulta por sufragio universal (Res. AG 1541 XV).

Por consiguiente, dicha consulta no puede ser sustituida por negociaciones ni mucho menos por mediaciones con instituciones escasamente representativas como son el CORCAS[1] o los partidos políticos marroquíes, algo que pretende Rabat. Tampoco sería válida ni aceptable cualquier modalidad de autonomía (una restringida a poderes o asambleas municipales, por ejemplo), teniendo que alcanzar como mínimo el home rule o lo que es lo mismo una asamblea con poderes legislativos amplios. El precedente de la propuesta marroquí de autonomía, presentada en 2003 y desechada por su cicatería, lo ilustra claramente.

Mientras tanto, Marruecos prosigue la gira por las capitales de los miembros del Consejo de Seguridad, en la que se incluyó Madrid, para presentar su plan de autonomía y el enviado personal del nuevo Secretario General, Van Walsum debe preparar el informe de abril que servirá de base a la nueva resolución del Consejo de Seguridad de finales de mes. Lo único que ha transcendido hasta ahora de dicho plan son tres ejes suficientemente vagos: 1) la soberanía marroquí del Sáhara occidental; 2) la atención a las especificidades saharauis y 3) un nivel de autonomía conforme a los estándares internacionales.

Dadas todas estas condiciones, se plantearían dos incógnitas, una, la de la viabilidad del proyecto de autonomía en el Estado marroquí y dos, su eventual aceptación por las diferentes corrientes saharauis. ¿Puede asegurar Marruecos un modelo de autonomía avanzado para el Sáhara con o sin trasposición descentralizadora al resto del país? El escaso éxito de la regionalización de 1996 invita cuanto menos a la prudencia en el caso de que haya trasposición, mientras que si no la hay, el agravio a los rifeños en el norte del país está asegurado, a despecho de Rabat. Habida cuenta de la pobreza actual, ¿podrá integrar la provincia autónoma que surja a un tercio más de población que regresaría a la misma, dejando de percibir la ayuda internacional con la que sobrevive ahora? Por otra parte, ¿consentirían los saharauis a una autonomía sin que haya una democratización previa del poder central en Marruecos?

[1] El CORCAS es un órgano mayoritariamente designado por palacio que excluye naturalmente a los saharauis de los campamentos.

ESCENARIOS

ESCENARIO 1: EL CONSEJO DE SEGURIDAD INTRODUCE LA AUTONOMÍA COMO BASE QUE PERMITA LA AUTODETERMINACIÓN. Marruecos presenta al CS un plan de autonomía, una autonomía que el CS incorpora como principio no exclusivo de negociación. No hay negociaciones sobre la autonomía porque el POLISARIO se niega a participar y Argelia se opone a asistir a las reuniones. Al no haber consenso entre las partes, el Consejo de Seguridad no puede imponer la solución, pero Marruecos aplica de todos modos el plan de autonomía. El Polisario vuelve a las armas y se extiende la intifada en los teritorios bajo control marroquí.

ESCENARIO 2: EL CONSEJO DE SEGURIDAD MANTIENE LA LLAMADA A LAS NEGOCIACIONES DIRECTAS SIN CONDICIONES PREVIAS. Statu quo precario. La situación continúa como está. Marruecos pierde interés con e tiempo y abandona la propuesta. Las condiciones de vida siguen degradándose y aumenta el malestar a los dos lados de la berma (muro de contención). Pueden estallar crisis ocasionales ligadas a la inmigración irregular, el saboteo de la explotación de fosfatos o las tensiones fronterizas con Argelia y Mauritania.

ESCENARIO 3: SE INTRODUCEN GARANTIAS INTERNACIONALES A MEDIO PLAZO que mejoran la oferta autonómica. Marruecos acompaña y hace preceder el plan de autonomía de una serie de garantías creíbles que compensen a la población disidente por su renuncia a la independencia. Las garantías se plasman en un acuerdo internacional entre las partes al que prestan testimonio la UE y EEUU. Estas garantías podrían ser, en primer lugar, la creación de instituciones democráticas provisonales que representen a la vez a los territorios y a los campamentos (en sustitución del CORCAS), así como la organización de una consulta democrática gestionada exclusivamente por dichas instituciones bajo observación internacional (MINURSO y UA). En caso de que no sea aprobado el estatuto de autonomía en las urnas, compromiso marroquí de negociar un acuerdo más amplio de libre asociación con los representantes saharauis. En segundo lugar, garantías de no discriminación hacia la población que retorna a los territorios y de no suspender la autonomía por parte de Rabat. En tercer lugar, la posibilidad de desarrollo del estatuto autonómico saharaui a petición de los órganos electos de los municipios y de la provincia a instancias de la dirección del POLISARIO. A instancias de la dirección del POLISARIO, la mayor parte de la población en los campamentos se acoge a esta solución, El Consejo de Seguridad da el visto bueno al arreglo. El descontento inicial y la oposición minoritaria entre los saharuis pueden vencerse si se aplican rápidamente los Acuerdos y hay suficiente ayuda internacional

OPCIONES PARA ESPAÑA

OPCIÓN 1. APOSTAR A FONDO POR EL PLAN DE AUTONOMÍA que presente Marruecos, sea cual sea la modalidad que tome e independientemente de que haya consultado o no al Frente POLISARIO. Se presiona a ARGELIA y al POLISARIO para que lo acepten o se espera que se produzca un cambio sustancial en la relación de fuerzas que lo haga asumible. Ventajas: se hace el mínimo esfuerzo. Inconvenientes: cargar con el fracaso si resulta inviable, bastante probable y tener a la opinión pública en contra, sin mencionar al POLISARIO y a Argelia.

OPCIÓN 2. ACOGER LA AUTONOMÍA COMO UNA DE LAS OPCIONES DEL REFERÉNDUM. Se trata de incitar a Marruecos a que vuelva a la vía del referéndum, que incluya la opción de la independencia junto a la de autonomía, y que la defienda entre los saharauis. Ventajas: Sería bien visto por la opinión pública y es coherente con la legalidad internacional. Inconvenientes: Exige firmeza con Marruecos para hacerle volver al referéndum, algo poco probable, y darle tiempo para que divulgue su proyecto autonómico en el Sáhara.

OPCIÓN 3. CONDICIONAR EL APOYO A LA PROPUESTA DE AUTONOMÍA A UNA CONSULTA DEMOCRÁTICA Y GARANTÍAS INTERNACIONALES. España deja claro que sólo apoya una autonomía amplia y real si ésta conlleva una consulta popular libre y garantías internacionales negociadas con el POLISARIO. Si se dan esas condiciones, España cooperaría de buen grado en su puesta en marcha; pero si no se dan, a se abstendría de incitar a Argelia o al POLISARIO a que emprendan negociaciones. Ventajas: Es la opción más viable en la que ninguna parte pierde completamente. Se opta por una postura independiente que no puede ser tachada de partidista por ninguna de las partes. Sería asumible por la opinión pública. Inconvenientes: Requiere utilizar bien las vías diplomáticas y abandonar la complacencia con las partes.

RECOMENDACIONES

Vistos los escenarios de futuro y el contexto actual, la opción que tiene más posibilidades de éxito y menores desventajas es la opción 3: condicionar el apoyo a la propuesta de autonomía de manera que se evolucione hacia un Escenario del tipo 3 (con Garantías Internacionales). Para ello se recomienda al gobierno español las siguientes acciones a desarrollar: -Ante Estados Unidos

Informar y dialogar para aproximar posiciones.

-Ante Francia y los socios comunitarios

· Trabajar para conseguir una posición común europea, una vez se haya hecho entender nuestra postura a Francia y a los estados fuertes de la UE.

-En las relaciones bilaterales con Marruecos

· Dejar claro a Marruecos la posición española de que sólo bajo ciertas condiciones se dará el apoyo a su propuesta.

-En los contactos con el F. POLISARIO

· Explicar nuestra insistencia en las garantías internacionales y calmar las ansiedades y temores de la población saharaui de los campamentos.

-En las relaciones con Argelia y Mauritania

· Convencer a los Estados vecinos, Argelia y Mauritania, de que la posición española es la más viable en las circunstancias actuales.

-En Naciones Unidas (ante la AG, el CS eventualmente, el ACNUR, el enviado personal del SG en el Sáhara Occidental y la MINURSO)

· Favorecer todos los mecanismos de intercambio y diálogo entre las poblaciones y sus líderes, financiándolos generosamente como lo viene pidiendo el Consejo de Seguridad y el Secretario General.

· Participar por primera vez en la MINURSO aportando efectivos y fondos (ya lo hace Francia) al tiempo que se replantean sus funciones con vistas a la consulta sobre la autonomía.

-Ante las ONGs y OI de cooperación al desarrollo

· Establecer puentes con los saharauis que viven en el territorio controlado por Marruecos, hasta ahora prácticamente ignorados, incentivando que las ONG españolas realicen proyectos transfronterizos y de cooperación al desarrollo con contrapartes del lado marroquí.

Ultima actualización ( viernes, 23 febrero 2007 )